Mutan Monkey es un proyecto barcelonés de fabricación y distribución de instrumentos electrónicos experimentales capaces de sacar los sonidos más extraños. Estridentes y agudos como alarmas, profundos hasta el temblor, suaves como una voz cantarina o percusivos cual puñetazos, los sonidos que se obtienen de estas curiosas máquinas analógicas (pedales, modulares, sintetizadores), hacen de la experiencia auditiva en directo, para quien interpreta y para quien escucha, un viaje único. Talleres de ruido como la Dinamo DIY Espai  (participantes del último Cyberpunk), Befaco y Mutan Lab, son conocidos en Barna y fuera de ella, y esta es una ciudad de siempre interesada en la experimentación sonora.

Rober Mutan y Monkey Mutan

Nos reunimos con Rober Mutan en el local de Ojalá esté mi Bici, una asociación construída a mano con mucho esfuerzo y voluntad, que acoge varios proyectos donde encontramos un cubo de ensayo (en el que conocemos a los simpáticos Tilde), un sitio cómodo donde poder charlar y escuchar música (suena un vinilo de Zozobra), un expositor con los discos propios y afines y de bandas que los van dejando tras actuar en los eventos que organizan, y el laboratorio de Mutan Monkey, tipo nave espacial de los que nos gustan, con mucho teclado e instrumentos raros, como un cepillo de ropa dispuesto a hacer noise.

«El proyecto Mutan Monkey» – nos cuenta Rober- » está en constante movimiento pero se basa en la investigación y la creación de otras formas de utilización de la música, con el interés puesto en el futuro, en cómo puede llegar a ser la música, profundizando en su evolución, en nuestro comportamiento hacia la música y concretamente hacia la tecnología, los instrumentos»

FSF- ¿Y cómo se muestra esa investigación, cómo toma forma?

RM – En fomato físico, es la parte del instrumento en sí. Le damos un valor generativo al instrumento, como impulsor del sonido hacia alguien que se comunique con él. No se trata de que el ser humano tenga el control sobre el instrumento, si no de que éste sea propiamente generativo y se llegue al punto de retroalimentar las emociones, las sensaciones entre el ser humano y el instrumento. No en forma jerárquica si no más abierta, considerando al instrumento como un ente en sí, o un carácter.

FSF- ¿Cómo desarrollas esta teoría, a través de qué?…¿de la fabricación de instrumentos, la elaboración de artículos, de clases, de organización de eventos?

RM- A base de la experiencia propia en diferentes lugares relacionados con la música. Supongo que trabajar en colectivo también ayuda. Tener diferentes visiones.

FSF – ¿Cuántas personas hay en Mutan Monkey?

RM – Básicamente yo, y mi mono Mutan.

FSF- ¿Entonces? jjj… como has dicho colectivo…

RM – Bueno, es que Mutan Monkey es como un satélite abierto. Aquí al local viene gente como Antonio (Zozobra) a probar instrumentos. Es una forma de trabajar juntos. O cuando doy los talleres, de alguna forma soy una especie de guía, que traspaso mi experiencia pero no te voy a enseñar, en plan capataz.

FSF- ¿Haces talleres?

RM- Sí, normalmente hago cursos aquí. La idea del espacio en sí era para poder compartir conocimientos y generarlos. Yo vengo de ahí, de aprender a base de experiencias. No he estudiado electrónica ni música, en cambio llevo tocando toda mi vida, a mi manera pero disfrutando. Hemos tenido una educación patética en cuanto a cultura, y música. Si me hubiera guiado por lo que me dijo el profesor de flauta que tenía…era: chaval, vete de clase que no te sabes la canción…¡desmotivación máxima!. La música es mucho más que saber tocar una canción. No necesitas saber tocar un instrumento para ser músico. Necesitas escuchar, disfrutar de la escucha. Hay que romper cualquier esquema tradicional.

FSF- ¿Qué tipos de instrumentos hay en Mutan Monkey?

RM – Nos hemos centrado en instrumentos electrónicos y electroacústicos. Fabricamos alguno y también distribuimos de pequeños fabricantes. Normalmente están hechos a mano y aportan una visión más creativa, más personal y distinta al stándard del mercado. Hay gente que está haciendo cosas maravillosas en su casa. Y se agradece la cercanía en el trato. No es cuestión de solamente vender un instrumento si no también de compartir experiencias, conocimientos, música. Así conoces bandas rusas, por ejemplo, y el proyecto se va ampliando. De otra manera quizás no hubiera conocido a esa banda. Es una forma de crear una red. Ya hay una red, es una realidad. Por ejemplo, Befaco es parte de esa red, y gracias a ellos, entre otras cosas, puedo estar haciendo este proyecto. No se trata del instrumento en sí, si no de la actitud que tomas. Compartir conocimiento y generarlo a través de la experiencia. Llegué a acumular muchos instrumentos y el hecho de compartirlos, para que otra persona grabe algo por ejemplo, me hace sentir que mi frikada tiene sentido.

Rober Mutan y Pepe

 

Entrevista realizada por @FrenteSF

 

 

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