por @SandroideV
No tengo boca y debo gritar es un cuento corto de Harlan Ellison que suele referenciarse cuando se habla de los orígenes de la literatura y de la cultura cyberpunk. El prolífico Ellison lo escribió y publicó en 1967 y ganó un Premio Hugo al mejor relato. William Gibson, el autor más influyente del subgénero de la ciencia-ficción, cuenta que lo leyó mucho antes de escribir su primera novela ciberpunk y suele mencionarlo en las entrevistas.
El estremecedor relato dio título y abre la recopilación de cuentos de Harlan Ellison que publicó en castellano Star Books en 1976, con portada de Glenn Carwithen y traducido por Luis Vigil. Star Books fue una colección de Producciones Editoriales, mítica editorial barcelonesa fundada en los setenta que publicaba también la revista de contracultura Star (1974-1980).
No tengo boca y debo gritar es un viaje al interior de la deshumanización y se expresa en un chorro de palabras poéticas y violentas. Es muy directo emocionalmente y tan cruel como su protagonista, AM, la computadora que tiene esclavizado a un pequeño grupo de humanos. Ellison consiguió que su nombre apareciera en los créditos de las películas de Terminator, ya que consideraba que Skynet, la inteligencia que toma consciencia de sí misma, estaba inspirada en AM.
El argumento, el lenguaje y las imágenes que evoca No tengo boca y debo gritar resultan todavía modernos, cincuenta años después. Seguramente, cualquier autor/a de ci-fi de hoy día que no haya leído el relato reaccionaría enseguida al arquetipo implantado en en él, y a la belleza oscura de las pesadillas cibernéticas.
Harlan Ellison dejó una gran cantidad de cuentos, ensayos, guiones de televisión y de cine, artículos y columnas en prensa. Escribió tramas para Star Trek, La dimensió desconeguda y Babylon 5, por ejemplo. Codiseñó el fracasado videojuego de su exitoso relato para la compañía Cyberdreams en el que interpretó a AM poniéndole voz.
El pequeño relato de Harlan Ellison se revela a la luz de la actualidad como una de las fuentes de las ideas sobre la carne, la máquina y la condición humana de la ciencia-ficción posterior, desde a Akira a Cube, y también del cine de David Cronenberg.
Gracias por tu comentario 🙂
Me ha gustado mucho, gracias por un post tan interesante.