LUPUS IN FABULA 

@FJota_Perez

Ya no soñamos con el borde viscoso de esta tristeza absurda que la caza indecisa al mundo hizo emerger en el sujeto…
Definidos por oposición continua a las peores guerras por la infección…
Aún en ciclos trillados por la oscuridad eterna… El temblor de las articulaciones de los verbos… Narrar como fuente sin platos que rellenar y el futuro saturado, retroalimentado de información sobre lo que es bueno o no para la supervivencia del cuerpo…
Hosanna, el cuerpo complejo… El cuerpo absurdo de la indecisión hacia la guerra…

Lo que ya no crece porque ha sido transformado en una precipitación residual de la atemporalidad imperante y el grito atrapado en la burbuja de afinidad, las muchas máscaras superpuestas que conforman un Simulacro. El marco de la pantalla es la prisión que contiene a la turbulencia de la estática del canal mal sintonizado: en su reflejo nos miramos, y de ese ruido blanco brotamos como fabulosas criaturas de leyenda urbana, aunque heridas por la pose que pretendemos proyectar a los que se supone deberíamos estar encantando.

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La sesión de espiritismo es convocada hoy una y otra y otra y otra vez más en cada uno de los espacios de vacío entre canales de un zapping, en la distancia entre el dedo índice y el botón izquierdo del ratón y el resaltado azul del hipervínculo y el click, en el momento entre el enganche a la red WiFi y la carga de la aplicación. El dato rugoso que somos embelesa a las máquinas de amantísima gracia cuya gula nos ha dado forma; ahora sí podemos denominarnos a nosotros mismos componente del circuito cerrado. Para eso hemos quedado. El aparataje escénico de la tramposa habitación de la médium representa de forma precisa la ilusión de nuestro rascar bajo la mesa, nuestro ulular ectoplásmico, nuestro desplazamiento sin mediar tacto del puntero sobre la tabla, nuestros mensajes de ultratumba contemporánea a los demás, a una abstracta otredad que son aquellos quienquiera que no somos nosotros; se ha dicho, y se sigue diciendo, que este estado falseado de las cosas nos ha anulado irremisiblemente y nos ha descarnado, que nos deshumaniza y nos ha vuelto niños idiotas jugando a hacer girar trompos nucleares sobre el clítoris de la Madre Tierra, y sin embargo lo que claman estos voceros, su presupuesto de un conjunto estático de herramientas fijas para una naturaleza humana que no progresa, no es más que otra forma de propaganda, publicidad humanista patrocinada por la academia y los fabricantes de bienes de consumo, sólo un estrato de los muchos en el maquillaje de ese Mundo Normalizado en el que medran… Un cuadro de triscaidecafobia es desencadenado en púlpitos alquilados a los verdaderamente poderosos y genera rabia teledirigida hacia las trece cabezas de turco que nos simbolizan… Mientras, entre bambalinas, aprendemos a dar forma al avatar y al icono, a veces incluso los aceptamos con alegría, y diseñamos carne nueva que sustituya a la que, según nos indica el intensísimo hedor Muzak, se pudre bajo las tablas. Resulta que los muertos vivientes de la Historia han dado con la forma de reciclar una autoconciencia a partir de devorar aquellos procesos mentales que no se encuentran contenidos en el interior del cráneo.

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En la calle, nos doblamos en un arco de histeria, con tres clavos roñosos insertados en cada articulación; conectamos el extremo pelado de cables de tensión excéntrica a los cabezales que sobresalen de nuestros tobillos, rodillas, caderas, hombros, codos, muñecas e interfalanges, y permitimos que la corriente nos anime. Extruídos de la clase trabajadora que rebosa las aceras y aun así no pasa a través del ojo de aguja de las marquesinas, en el andén del metro tomamos instantáneas a los que están a punto de suicidarse para compartirlas en red. Este aumentar la Realidad con notas al pie de la lente viene a ser lo que se quería pero no se sabía que se quería y, aun así, era lo que había; computación ubicua, ejercicio de amor disfuncional, bizarro organismo comensal a la cena hidrolizada de proyectos e identidades múltiples; organización dinámica de un hogar según el audiovisual de idas y venidas, atracción y repulsión, de sus habitantes. Esto: el Blobjeto transhumanista evoluciona a partir de la ergonomía humanista. Lo que por la puerta asoma. Legión.

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Primero, la futurología examina no sólo los futuros posibles, sino los probables, los preferibles y los futuros «comodín».
Segundo, la futurología intenta, típicamente, obtener una visión holística o sistémica basada en descubrimientos obtenidos en un rango de disciplinas diferentes.
Tercero, la futurología reta y descubre suposiciones detrás de las visiones dominantes y competitivas del futuro. El futuro entonces no está vacío, sino lleno de supuestos escondidos.

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