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La primera y más chocante impresión al revidear Back to the future Part II (1989) es el trato que recibe la pobre Jennifer, la novia del prota, que pasa de ser Claudia Wells a Elisabeth Shue, con el mismo peinado y vestuario, como si nadie fuera a notar que son dos actrices distintas. Vale que la mayoría de pelis no pasan el Test de Bechdel, y vale que con el paso del tiempo la mayoría de  ellas evidencian un machismo de repelús, pero es que aquí en el primer minuto ya se están cargando cualquier esperanza de aventura inclusiva.

Jennifer, en cuanto se entera de que viaja al mañana en el Delorian volador, lo primero que hace es preguntarse por la boda y los hijos, a lo que Doc la deja inconsciente con un aparatito tipo Men in Black. Luego la abandonan, allí en el futuro, tirada, inconsciente y sola, en un callejón, entre basura, y durante un buen rato hasta que la encuentran dos polis, mientras Martin y Doc discuten sobre ética por el asunto del almanaque. En algún momento despierta, pero se encuentra a sí misma y se desmayan (las dos) y luego ya no sale más. Si por casualidad te preocupa Jennifer, la ves aparecer en las imágenes de lo que será el último episodio de la triología, durante los créditos finales, despertando en una hamaca del porche acompañada por Michael J. Fox. Bueno, por lo menos está viva, piensas. Puede que sea el personaje menos interesante y más maltratado de la historia del cine, con permiso de Maria Schneider.

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La excusa que dio el director, Robert Zemeckis, porque, además de machista, el trato a Jennifer es un fallo aplastante de guión, fue que no tenían pensado rodar más películas pero el éxito de la primera entrega fue tal, que, deprisa y corriendo, sacaron las dos siguientes, y que Jennifer ni siquiera tenía que haber aparecido. Bueno, pues para tirarla a la basura, podrías haberla directamente borrado del guión, o sencillamente, dejarla dormida DENTRO del Delorian. Y sí, en el futuro nos volvemos gilipollas. Pero al menos las chicas tenemos muy claro que la aventura también es nuestra, y gracias a pelis como esta nos informamos de que el pasado estaba repletito de gilipollas igualmente. ¿Podríamos considerar Back to Future II como una antiutopía a lo Idiocracia?

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En el futuro de Zemeckis, las mujeres ocupan roles casposos, son amas de casa, son damiselas en peligro, son objetos que hay que proteger del macho enemigo, y no hay más que dos mujeres en el planeta: mi madre y mi novia. No en vano, Doc reflexiona en voz alta, en pleno año 89, y dice tener ganas de entregarse a “El otro gran misterio del universo: las mujeres”. Back to the Future Part II no aporta absolutamente nada nuevo en cuanto a lectura social, incluso diría que al contrario, y el futuro queda reducido a los minutos que dedican a visitarlo, que son escasos y muy parque temático. El resto del metraje lo gastan en anunciar la siguiente película y volver otra vez al pasado. Con el mismo tiempo del que se dispuso para el guión, el diseñador de producción (Rick Carter) y la diseñadora de vestuario Joanna Johnston (Indiana Jones, Hellraiser, Contact, Quién engañó a Roger Rabbit?) logran un trabajo espectacular que salva totalmente la película, y nos llevan a un futuro muy Gaultier pero en yanqui. El mejor set es el del retrofuturista Café de los 80; en el que suena Michael Jackson, y Reagan a lo robótico Max Headroom sirve el café, y en el que juegan dos niños, uno de ellos Elijah Wood, con unas curiosas gorras.

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Predicciones de Regreso al Futuro II:
Coches voladores y carreteras en el cielo
Rejuvenecimientos faciales
Accesorios de moda en tornasolados o transparentes
Bambas Nike con Robocordones
Cazadoras autoadaptables y autosecantes
Una moda juvenil: bolsillos del pantalón por fuera
No hay abogados
Anuncios de Star Wars y Tiburón 12
Publicidad en hologramas, 3D y pantallas
Bates extensibles
Aeropatín
Papel repelente al polvo
Chicas policía (son las que encuentran a Jennifer tirada en el callejón)
Psicoskins
Leds y neones por todas partes (en las aceras, en las casas, en las gorras de los polis…)
Ventanas con persianas que sintonizann el Canal Paisajista
No hay paños en las puertas, se abren con huella dactilar
Michael J Fox como hija, etc
Cinturón gravitatorio para el abuelo con dolor de espalda
Retropantalla (gafas Doc)
Televisión multicanal con mando de voz
Drones que pasean perros
Minipizzas que se “cocinan” en una Black & Decker Hydrator
Corbata doble
Gafas con conexión telefónica
Llamadas por videoconferencia en la tele
Uso de tarjeta para pagos
Comunicaciones que llegan por fax: estás despedido
Biff es Donald Trump en el pasado alterado
Extraño símbolo 99 en el cielo cuando desaparece el Delorean con Doc, acertado por un rayo

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