“La décima víctima” (Elio Petri, 1965) es una obra de ci-fi sesentera en la que destacan tanto el vestuario space age y op art de Giulio Costellaci, como la presencia de sus dos protagonistas: Ursula Andress y Marcello Mastroiani. La película está basada en la novela de Robert Sheckley, “La séptima víctima” y tiene una clara influencia del cine italiano del momento, incluso hay una escena que recuerda mucho al espisodio de Fellini para Bocaccio 70 (1962). El lenguaje un poco surrealista, la estética llamativa y la lucha de sexos, así como una sutil crítica al frívolo mundo del espectáculo, guían este relato futurista y romántico.

 

“La Gran Caza” es un invento moderrno para controlar la agresividad humana; un programa de televisión internacional que propone un juego mortal de libre concurso: sobrevivir a diez cazas, siendo víctima y cazador/a alternativamente. La bella y desenvuelta americana Caroline (Ursula) y  el atractivo italiano melífluo Marcello (Marcello, como no) son concursantes famosos y con tablas en esta salvaje caza. La atracción entre ellos será inevitable. 

 

El tratamiento de los protagonistas resulta algo superficial o eclipsado por la deslumbrante belleza escénica del actor y actriz principales, pero deja leer en los pequeños detalles los distintos, complejos, carácteres, y los anhelos y dobleces de cada cual. Él, Marcello-Marcello, un cobarde emocional, un matón elegante; Ella. Ursula-Caroline, una mujer moderna, práctica y vedette asesina. Celebrities psicópatas persiguiéndose por las ruinas romanas en trajes a lo Pierre Cardin. Enamorándose, enamorados de sí mismos, luchando por la supervivencia, el dinero y la posición social.

Exigentes amantes y exesposas persiguen a Marcello en La gran Caza mientras él es víctima de Caroline

La presentación de Caroline es aplastante, y permite a Ursula lucir uno de sus famosos bikinis (el suyo en «Agente 007 contra el Dr. No» es un momento importante en la historia del vestuario de cine) y en general La decima vittima es estéticamente material de primera.

A principios de los ochenta, los hermanos suecos de Cláusula tenebrosa y el cantante de Ejecutivos Asesinos formaron el grupo Décima Víctima, una de las constelaciones más fascinantes del firmamento musical en castellano.

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