Years and Years (BBC/HBO, 2019) es una serie de Russel T. Davis (Queer as Folk, Dr Who, Torchwood) de una temporada de 6 capítulos estrenada en mayo de este mismo año. La trama social se vive a través de la vida de los componentes de la moderna y representativa familia Lyons, de Manchester, con la que viajamos años adelante para plantarnos en un futuro distópico a la europea capitaneado por la intrépida política populista Vivienne Rock, interpretada por la estupenda actriz Emma Thompson.

El fenómeno de las series continúa su expansión (6 de cada 10 internautas ven series de plataformas de contenido) y es inevitable tanto la abundancia de obras mediocres como el contagio de ideas entre ellas. Juego de Tronos marcó un antes y un después en la narrativa fantástica bajo demanda, así como el éxito de Sense8 (2015) de las hermanas Watchowski abrió de par en par las puertas a los personajes LGTBI y a las familias alejadas de la fórmula nuclear, y ahora una serie parece del siglo pasado si no ha asumido y superado esas propuestas.

Bethany (Lydia West) es el personaje trans de Years and Years, pero no transita de género si no que es transhumana y quiere abandonar su cuerpo humano y convertirse en datos. Y en el camino, modificar tecnológicamente su físico. Nos introduce en el tema predilecto del cyberpunk a través del dilema adolescente, lanzándonos algo que todavía no nos hemos planteado (como sociedad) cuando aún estamos asumiendo que los seres humanos puedan elegir su género.

Black Mirror (que también empezó en la BBC) y Electric Dreams (cuentos de Philip K. Dick), distopías televisivas de las que hablaremos pronto, son las precursoras de Years and Years, que desarrolla lo que bien podría ser un capítulo de esas series. Nos plantea un futuro que parece torcerse casi por tontería (eso es lo más angustiante), partiendo de un día cualquiera del presente que podría ser hoy mismo.

La intención de la serie no es adentrarse demasiado en los tejemanejes políticos, al menos de momento, sino más bien hacernos reflexionar sobre la propia responsabilidad, la de cualquiera, en el mañana que vamos contruyendo. Hace hincapié en las pequeñas decisiones y situaciones personales que pueden contribuir a cambiar de forma radical el panorama completo, con una cuestión moral de fondo que se refiere claramente al respeto por los Derechos Humanos.


El personaje de Emma Thompson, la demagoga tertuliana Vivienne Rock, canaliza el estilo de política tan en boga estos días. Su campaña se inicia desde la tele como un goteo inofensivo y provocador sin contenido, y es aceptado inmediatamente por el público. El discurso cala, se va haciendo conocida y se hace un hueco cada vez más grande en la gestión del país.

A través de Viv conocemos el resultado de esas políticas, el resultado físico y directo sobre la vida del resto de personajes, alertando del escaso debate profundo y auténtico entre votantes, a veces por comodidad, por falta de tiempo o por falta de información y de recursos para manejarla. Cada vez que aparece Vivienne en pantalla, un cuestionamiento ético viene tras ella. Algo que estaría muy bien que se potenciara todavía más si hay siguiente temporada.

Years and Years es para todos los públicos y abarca varias dimensiones de la vida social: la violencia policial, la tecnología, la política basura, la tele basura, la inmigración, el feminismo, la opinión, el trabajo, las leyes, la medicina y hasta la muerte. Uno por uno va desgranando los temas de los que quedamos huerfanxs cuando Black Mirror pasó a ser de Netflix  pero esta vez bajo la perspectiva de Russel T. Davis, que ya en 1999 destapó el Manchester queer para la televisión.

Queremos segunda temporada. Incluso un spin off de Daniel Lyons y Viktor Goraya en Neobarna 🙂 El ejercicio especulativo y distópico es sano. La crítica es necesaria, porque estamos en un presente crítico. El futuro se sigue escribiendo. Esperamos que Russel, también.

 

 

 

Por Sandroide

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